Cómo lograr una jubilación feliz

Jubilarse no consiste solamente en dejar atrás el mundo laboral, si no en dar un sentido personal al tiempo nuevo.

Una jubilación feliz no es una vida sin planes; es un plan de vida que responda a los valores y aspiraciones de la persona jubilada. Cuanto mejor se conozca el tipo de jubilación que se quiere, más probable será hacerla realidad. Por eso, antes de poner en marcha cualquier proyecto, es conveniente precisar los propósitos que nos mueven, las metas que queremos alcanzar, los medios que vamos a utilizar, cómo evaluaremos el resultado, etc..

Un proyecto planeado, con objetivos bien definidos, facilita la respuesta emocional a la separación del trabajo y, en cierta medida, conforma la jubilación a largo plazo.

Por el contrario, la falta de preparación puede fomentar los temores inherentes a una transición tan importante y favorecer una actitud inicial negativa.

Todas las transformaciones que marcan un tránsito van acompañadas de nuevas experiencias. Como en un viaje iniciático muchos jubilados recuerdan haber vivido diversas emociones placenteras: liberarse de horarios y responsabilidades es una de las más comunes, también cambiar el ritmo de vida, “bajar de revoluciones” y ser dueños del tiempo. Sentirse libres para decidir es para muchos y muchas algo prácticamente inédito que despierta una vivencia gozosa de plenitud.

Esa libertad de decisión nos facilita nuevos recursos y capacidades para planificar, pero siempre tras una madura reflexión sobre nuestros propósitos, nuestras metas, los medios, y cómo evaluaremos los resultados. Todo un proyecto de vida.

 

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1 Comentario
  • Yuritza Brook Hechavarria
    Publicado a las 19:10h, 13 diciembre Responder

    La jubilación es un proyecto de vida que no muchos tienen el privilegio de planificar y por eso muchas veces va acompañada de frustración, depresión, cambios de humor. Muchas gracias por el artículo. Saludos cordiales

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